¡HOLA! BIENVENIDOS A DISFRUTAR, COMPARTIR Y CRECER.

EL CAMINO QUE VA TAMBIÉN ES EL QUE VUELVE Y POR ÉL, MARAVILLOSA E INEVITABLEMENTE, TRANSITAMOS TODOS, JUNTOS...

LA PACHA NOS RECLAMA Y ES HORA DE COMENZAR A ANDAR DE SU MANO.

ESTE ESPACIO ES UNA INVITACIÓN A HACERLO, VIAJANDO A LAS RAÍCES, A LA SABIDURÍA Y LA CULTURA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS.

martes, 6 de noviembre de 2012

Cultura Chorrera


La cultura Chorrera tendría sus orígenes en la cultura Machalilla, su datación es de 1500 A.C. al 500 A.C., ocupó la costa sur del Ecuador, extendiéndose a lo largo de la cuenca del río Guayas y sus tributarios. Estos ríos les sirvieron de lugar de aprovisionamiento y vía de circulación. Su asentamiento geográfico original se ubica en la actual provincia de Los Ríos, en el sitio La Chorrera, en la ribera oriental del río Babahoyo, lugar en el que, en el año de 1954, Estrada, Evans y Meggers, con la valiosa información proporcionada por Francisco Huerta Rendón, realizaron los primeros estudios sistemáticos y en sus informes dieron a conocer la gran importancia arqueológica del descubrimiento. Lograron además, una gran expansión cultural prácticamente en todo el territorio ecuatoriano, por lo que se la considera un pilar fundamental en la creación del sentido de nacionalidad ecuatoriana.
En Chorrera, cada miembro de la tribu tenía distintos labores productiva habían pescadores, agricultores, shamanes. La presencia de orejeras sólo en ciertos individuos y ciertos tipos de vasija encontrados únicamente en algunos ajuares funerarios, sugieren una sociedad dividida por distinciones de rango. Aparentemente tenían viviendas elípticas, los sitios habitacionales estaban emplazados sobre barrancas de los afluentes del Guayas, sin embargo no hay evidencias directas de las viviendas, por lo que se presume fueron construidas con materiales perecederos.
Los Chorreras vivían del cultivo del maíz, complementando su dieta con la recolección de mariscos en la costa, la caza de animales y aves, y la recolección de frutos. La fauna marina era explotada desde balsas de totora o en canoas de madera. Su principal fuente de comercio era el intercambio por mar y tierra, circulaban piedras exóticas como obsidiana, lapislázuli y cristal de roca para confeccionar cuentas de collar, adornos e instrumentos. Una de las tradiciones de Chorrera era el mascar coca que se cree cumplió algún rol importante, ya que se han encontrado pequeños recipientes para guardar la llipta , sustancia alcalina con que se combina las hojas de coca.


La cerámica de esta cultura es de superficie prolijamente pulida, luciendo casi como un espejo, sobre la cual se utilizaban distintos tonos de rojo, negro, ahumado y blanco amarillento, separando las zonas con puntos e incisiones. La pintura es iridiscente y se aplicaba con técnica en negativo.
Las vasijas representan, animales, plantas, frutos, obras de arquitectura y seres humanos. Muchas de las formas de las vasijas son heredadas de la previa cultura Machalilla. También hay formas nuevas como las botellas-silbato, las que al soplar por el pico o mover el líquido que contienen, emiten sonidos. Se considera que el arte de Chorrera tuvo un gran asentamiento en nuestro Nuevo Mundo.

La representación humana se encuentra presente en gran variedad de figurillas, algunas de las cuales llegan hasta los 40 cm. de alto, trabajadas mediante la unión de dos mitades en las que generalmente la frontal era realizada en un molde. Sus cabezas grandes presentan un tocado decorado en forma de casco, y sus rostros muestran ojos prominentes y rasgados.
Por su riquísima expresión artística -representada especialmente en su cerámica- se puede afirmar que la cultura Chorrera conforma lo más sobresaliente de la estética y el arte en el Periodo Formativo Tardío.
Se considera que el arte de Chorrera tuvo una gran difusión e influencia en otras regiones del Nuevo Mundo; pues su alto desarrollo estético y técnico era, sin lugar a dudas, el resultado de la gran tradición cerámica de las culturas que la antecedieron, es decir Valdivia, Machalilla; y en los altos Andes, Cerro Narrío.
Dos mil años de tradición artística que darán como resultado, en Chorrera, logros espectaculares en el diseño, decoración y tratamiento de formas, y superficies en recipientes y figurillas desarrollados por sus hábiles  alfareros.
No sorprende entonces la riquísima representación -en recipientes cerámicos- de las formas diversas de su entorno natural, como frutos, animales y aves, que actualmente constituyen un verdadero catálogo visual de la riqueza ecológica de ese antiquísimo paisaje, y que hacen referencia directa al tipo de alimentos en el que basaban su dieta.
La vida cotidiana de los chorreranos también ha sido retratada en la cerámica, donde sacerdotes, músicos, remeros, danzantes, acróbatas, etc., han sido capturados y “casi fotografiados” en la ductilidad de la arcilla.
La cultura Chorrera también se destaca por el excelente manejo de la lítica, material con el que confeccionaron collares de cristal de roca compuestos por cuentas perfectamente talladas y pulidas, trabajo en el que se debió haber utilizado una avanzada tecnología si consideramos que el cristal de roca tiene una dureza similar al del diamante.
También emplearon otros materiales como el sodalita y la obsidiana o vidrio volcánico. Estos materiales no se encuentran en forma natural en las zonas ocupadas por Chorrera, por los que se deduce que para proveerse de ellos, la gente de Chorrera tuvo que practicar un comercio a gran distancia, posiblemente con zonas de la sierra central y norte.
Aunque no hay evidencia directa, por medio de algunas piezas de cerámica en las que se representan sus viviendas, se pude tener una aproximación referente al tipo de arquitectura Chorrera, constituida por plantas redondas y rectangulares con paredes verticales y con techos a dos aguas. Se ha podido comprobar también que Chorrera ejerció gran influencia en regiones apartadas como La Victoria, en Guatemala, y Teotihuacan, en México.

Fuentes: http://www.guayageek.com/2011/03/cultura-chorrera-1200-ac-500-ac.html
             http://www.enciclopediadelecuador.com/temasOpt.php?Ind=525&Let=




Cultura Chorrera


Niño Samik - Tikitiklip

Tikitiklip precolombino es una serie de trece historias animadas, cada una de cinco minutos de duración, realizadas con piezas del arte de las distintas culturas de la América precolombina, pertenecientes a la colección del Museo Chileno de Arte Precolombino.
Estas historias están escritas en su mayoría por Anna Witte basadas en guiones de Alejandra Egaña y Paz Puga, aunque también por Juana Puga y Sebastián Silva/Pedro Peirano. La música es original de Miranda y Tobar y las canciones son interpretadas entre otros por Elisa Montes, Gepe, Manuel García y Kevin Johansen.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Pueblo Chorote


Este pueblo comenzó su contacto sistemático con la población no indígena apenas comenzado el siglo XX; hasta entonces habían mantenido una relativa independencia en virtud de habitar la región árida chaqueña, un territorio poco interesante para los primeros intentos de colonización. Sin embargo, lo que para la población blanca parecía un ambiente hostil, brindaba –a los chorote y a otros pueblos cazadores, recolectores y pescadores como ellos– múltiples recursos de diverso tipo y motivo para el desarrollo de una concepción compleja acerca de la condición humana, su relación con los elementos de la naturaleza y con lo sobrenatural. Debe aclararse que esta distinción que acabamos de hacer (la humanidad, la naturaleza, lo sobrenatural) no es significativa para la cultura chorote, en la cual estos tres ámbitos están constantemente en relación, se interpenetran y actúan recíprocamente entre sí.
Y, como en muchas otras culturas, el saber progresivo sobre estos ámbitos y la posibilidad de trasladarse entre ellos es fuente de poder para los más sabios, que son, frecuentemente, los más ancianos. El poder se traduce, en parte, en la posibilidad de curar o de hacer daño y en la capacidad para la profecía, propia de los aiewuj.
Dos hechos en el siglo XX alteraron profundamente el modo de ser y de vivir chorote: la Guerra del Chaco (Bolivia y Paraguay, 1932-1935), que especialmente afectó a los chorote del norte o montaraces (iyowújwa) empujándolos hacia el sur, donde se encontraban los chorote del Pilcomayo o  iyojwá'ha. El segundo hecho fue el ingreso a la región de las iglesias y misiones evangélicas, las que ejercieron (y aún lo hacen) una fuerte influencia en la retraducción de la concepción del mundo chorote a través de las ideas propias de la cosmología y la teología cristianas. Han sido también el canal para un proceso sui géneris de civilización, que no es más
que la adaptación a los estilos y hábitos de la cultura regional, pero desde una posición subordinada. De este modo, el pueblo chorote –que era considerado extremadamente pobre desde una visión etnocéntrica– se ha convertido, en efecto, en uno de los segmentos más pobres de la población del norte de la Argentina.







Chorotes: Entre Brujos Y Dioses - Fortunato Films / Rumbo Sur


Chorotes: Entre brujos y dioses por RumboSur En tiempo de los ingenios azucareros, las misiones anglicanas tuvieron su auge entre los pueblos originarios. En búsqueda de contención y con el atractivo de una vida gregaria gran parte de los chorote adoptó el cristianismo como religión. La práctica implicó la negación de muchas de sus raíces culturales. Siendo el brujo (ayeu) el referente máximo de la tradición, sufrió la proscripción y demonización de los seguidores de la Biblia. En las afueras de Tartagal, Misión Chorote, nuclea aún hoy esas controversias. Una comunidad en la que conviven pastores y brujos. Testigo de cultos evangélicos y curaciones shamánicas. Cantos ancestrales y bailes actuales. Relatos que en el esfuerzo por demonizar terminan revitalizando la figura de un personaje imprescindible en la cultura chorote: el ayeu. Este documental forma parte del Ciclo Pueblos Originarios de CANAL ENCUENTRO, realizado por Fortunato Films con la colaboración de la Asociación Civil RUMBO SUR Fuente: http://www.dailymotion.com/video/xaoc87_chorotes-entre-brujos-y-dioses_creation

NUEVAS RAICES. Chorote, Gran Chaco - Rumbo Sur


NUEVAS RAICES. Chorote, Gran Chaco. por RumboSur Este documental forma parte de la tercer temporada de la serie Pueblos Originarios de Canal Encuentro. Todos producidos por Fortunato Films con el apoyo de Rumbo Sur. El río Pilcomayo era la frontera natural del pueblo chorote. Del lado argentino, los wichi eran sus más temibles enemigos. Sin embargo, aparecería un enemigo mayor: la guerra del Chaco. Escapando, cruzaron el río y se instalaron en gran número en Misión La Paz. Es allí donde conoceremos a Artín y su familia. Un chorote que vivió de cerca aquellos tiempos de vida montaraz, hasta estos de integración a nuestra cultura. Poseedor de una gran sabiduría, nos muestra el monte, sus frutos, sus conocimientos y tradiciones que transmite a su familia. Mauro, su hijo, es auxiliar bilingüe en la escuela multiétnica de La Paz, y desde allí lucha por sus costumbres y la conservación de su idioma. Un pueblo que lucha por conservar su identidad en una realidad que los empuja a abandonarla. Fuente: http://www.dailymotion.com/RumboSur#video=x9t3am

domingo, 4 de noviembre de 2012

Pueblo Moqoit

 PUEBLO MOQOIT (MOCOVÍ - GUAYCURÚ)

Los grupos mocovíes fueron sociedades cazadoras-recolectoras, con una organización social basada en unidades conformadas por dos o más familias extensas, cuyos miembros se consideraban parientes entre sí. Estas unidades o "bandas" eran exógamas, con linealidad bilateral y con un predominio de la norma de residencia matrilocal. Durante el tiempo de primavera y verano, las bandas tradicionalmente aliadas se reunían para llevar a cabo diferentes actividades rituales. Una de las más importantes era el consumo de bebidas fermentadas, que les permitía consolidar los liderazgos y alianzas (Braunstein 1983).
Los mocovíes de Santa Fe sufrieron tempranamente las consecuencias de la colonización y evangelización española. En el siglo XVII incorporaron el caballo, lo que les posibilitó el dominio de extensos territorios. Posteriormente, desde mediados del siglo XVIII, en la región se instalan varias misiones jesuíticas (Paucke 1943). Durante los siglos XIX y XX, el avance de los colonos sobre los territorios de los mocovíes produjo la incorporación paulatina de estos últimos al mercado laboral regional mediante los "obrajes" o explotaciones forestales, las cosechas y los ingenios azucareros (Cordeu y Siffredi 1971).

Este proceso intensificó los cambios socioculturales y condujo, en muchos casos, a una progresiva asimilación con la población criolla de la zona, a través de las uniones matrimoniales y/o de estrategias de "invisibilización" étnica. Sin embargo, algunos grupos continuaron con la tendencia a las uniones intra-étnicas, así como con una serie de prácticas que nuestros interlocutores hoy reconocen como propias y, por ende, distintivas. Entre éstas se encuentran: prácticas de subsistencia como la pesca con la técnica de "fija", la preparación de alimentos tradicionales, la confección de artesanías para la venta, creencias ligadas al shamanismo y la fiesta del 30 de agosto, vinculada al "tiempo de renovación de la naturaleza" y, posteriormente, a la celebración católica de Santa Rosa (Citro 2004).
Desde mediados de la década del ochenta, durante el proceso de democratización de la Argentina y la consecución de la Ley Nacional sobre Política Indígena, los mocovíes formaron la Organización de Comunidades Aborígenes de Santa Fe (OCASTAFE), a través de la cual vivieron un proceso que, según la definición de uno de sus dirigentes, los condujo a "la identificación como aborígenes, a recuperar la identidad mocoví". Actualmente, existen diecisiete asentamientos mocovíes en la provincia de Santa Fe y grupos familiares en diversas poblaciones criollas.

Geografía
El pueblo Mocoví habita en la región del Chaco Austral, en las provincias de Chaco y Santa Fe (Argentina), donde también viven otros pueblos indígenas como los tobas, wichí y vilelas.
Actualmente, en la provincia de Santa Fe hay aproximadamente diecisiete comunidades mocovíes, tanto rurales como urbanas y periurbanas, asentadas en la llanura subtropical ubicada entre los ríos Paraná y Salado.
El área del río Paraná, y los numerosos arroyos, bañados y cañadas que lo rodean, es conocida por los mocovíes con el nombre de "la isla". Esta zona se constituyó en el hábitat fundamental para desarrollar actividades de pesca -principalmente de sábalo (Alosa sapidassima) y moncholo (Pimelodus albicans y otras especies del género Pimelodus)- y caza -de carpincho (Hydrochoerus hydrochoeris), nutria (Myocastor coypus), yacaré (Caiman latirostris y Caiman yacare), entre otros. Por otra parte, aún existen bosques, denominados "monte" por los mocovíes, en los que predominan quebrachos (Schinopsis balansae) y algarrobos (Prosopis alba o nigra). Sin embargo, el constante avance de las explotaciones forestales, la agricultura y la ganadería durante los dos últimos siglos, ha ido reduciendo notablemente las zonas boscosas y su fauna.

Lengua
La lengua mocoví (moqoit la'qaatqa) forma parte de la familia lingüística guaycurú, que incluye también a las lenguas toba, pilagá y caduveo. Se atribuyen, también, a esta familia las lenguas actualmente extintas abipón y, posiblemente, mbayá-payaguá y guachí (Loukotka 1968, Tovar y Tovar 1984, Greenberg 1987).
La situación sociolingüística entre los mocovíes dista de ser homogénea. En términos generales, pueden ser reconocidas dos grandes áreas en cuanto a la vitalidad de la lengua originaria: el sur de la provincia del Chaco, caracterizado por una mayor preservación lingüística y cultural, y la provincia de Santa Fe, donde el pueblo mocoví ha venido experimentando un rápido proceso de abandono de su lengua desde mediados del siglo XX. En esta provincia, área elegida para nuestra documentación, se produjo una ruptura en la transmisión intergeneracional de la lengua y, en la actualidad, solamente algunos adultos y los ancianos, especialmente las mujeres, continúan utilizando la lengua originaria.
Desde el punto de vista lingüístico, también se observan diferencias entre ambas áreas. La isoglosa fonológica que con mayor claridad distingue ambas variedades, incluso para los propios hablantes, es la palatalización de segmentos coronales, que opera regular y extendidamente en el mocoví chaqueño y sólo en contextos restrictos en la variedad santafesina
La estructura de la palabra en mocoví es morfológicamente compleja, con rasgos de polisíntesis. Las relaciones gramaticales son codificadas en el núcleo verbal/nominal, mediante la morfología pronominal y/o de otras marcas específicas. La expresión de los roles semánticos en la morfología pronominal, en términos de afectación del participante, permite caracterizar al mocoví como una lengua con sistema de caso activo/inactivo (Gualdieri 1998).
El orden de los constituyentes sintácticos es relativamente libre, con mayor frecuencia de SVO en las cláusulas transitivas, VS en las intransitivas y NA en el sintagma nominal.
Un rasgo característico es la expresión gramatical recurrente de parámetros espaciales. Por un lado, existe un conjunto cerrado de seis elementos que normalmente acompañan a los nombres y que se caracterizan por codificar parámetros semánticos configuracionales y deícticos, presentar propiedades tanto de clasificadores nominales como de demostrativos y entrar en procesos morfológicos de derivación de otras categorías lexicales (Grinevald 2000). Por otro lado, distinciones vinculadas con la locación y la direccionalidad se encuentran gramaticalizadas también en la morfología verbal (Gualdieri 2000).
Equipo mocoví
Beatriz Gualdieri (lingüista), Silvia Citro (antropóloga), María Hellemeyer (asistente antropóloga) y Marta Krasan (asistente lingüista).

Fuente del texto: http://www.caicyt.gov.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=50&Itemid=221&lang=es


La Nación Oculta - A.C.I.C. - Consejo del Pueblo Moqoit

La Nación Oculta narra la historia de Ñaaleq, un joven moqoit que intenta redescubrir y recuperar la cultura de su pueblo a traves de un viaje que lo llevara hacia lugares miticos del territorio moqoit en las entrañas del territorio chaqueño. La Nación Oculta es el resultado del trabajo de los comunicadores indigenas Qom, Wichi y Mocovi de la provincia del Chaco, desde una iniciativa de poder utilizar las herramientas comunicacionales que hoy estan al alcance de sus manos y con el apoyo desde los diferentes talleres de realización audiovisual organizadas por la Dirección de Cine y Espacio Audiovisual (DCEA) en colaboracion con el CEFREC (Centro de Formacion y Experimentacion Cinematográfica) de Bolivia se pontencializa mas el entusiasmos de dichos comunicadores en encarar dichos proyectos. La Nación Oculta es la primera película realizada integramante por los pueblos originarios de la Provincia del Chaco. Se agradecerá si al utilizar este material lo hagan saber a los productores de este trabajo a traves de mails a a.c.i.c.chacoargentina@gmail.com esperamos su comentario o saludos a los miembros de este trabajos. A.C.I.C. (Asiciacion Comunitaria Indigena de Comunicacion en Chaco) Consejo del Pueblo Moqoit

NAYIC MOQOIT. El camino de los mocovíes - Línea Sur Films

NAYIC MOQOIT. El camino de los mocovíes. Documental / ficción sobre la concepción astronómica de los mocovíes del gran Chaco desde una perspectiva de la Astronomía Cultural
Producido por el Planetario Galileo Galilei y Buena Vista Social Club.
Dirección general, Investigación etnoastronómica, guión y producción ejecutiva Alejandro López.
Dirección y realización Paulo Campano

Dedicado a los moqoit y a todos los pueblos originarios de América.
En memoria de Justino Lalecorí.
Investigación etnoastronómica:
Sixto Giménez Benítez, Alejandro López, Anahí Granada
Realizada y financiada por las siguientes instituciones:
Planetario Galileo Galilei,
Museo del Observatorio Nacional de la Plata,
CONICET